sábado, 27 de enero de 2018

CVX: CONVERSANDO CON PEDRO KORTMANN, DE JÓVENES EN SANTIAGO



Conversamos con Pedro Kortmann, que en el mes de diciembre pasado fue elegido como Presidente del Consejo de Servicio de Jóvenes en Santiago.
Pedro viene de Osorno, estudió en el colegio San mateo y hace buenos recuerdos de su paso por la CVX secundaria de Osorno. Estudio en la Universidad Alberto Hurtado la carrera de Periodismo y nos habla de su experiencia en la CVX Jóvenes en Santiago.
Nos entrega su visión de cómo está la CVX Jóvenes y los planes que se tiene para desarrollar en este año 2018.



lunes, 22 de enero de 2018

Papa Francisco pide perdón a víctimas de Karadima: "La palabra prueba me jugó una mala pasada"

Papa Francisco pide perdón a víctimas de Karadima: La palabra prueba me jugó una mala pasada

El Pontífice admitió que hablar de pruebas "ha herido a muchos abusados" y que en lugar de ello debió hablar de "evidencia" sobre el caso de Juan Barros, sindicado como encubridor de los abusos del ex párroco de El Bosque. Si bien dijo confiar en la inocencia del obispo de Osorno, se mostró abierto a recibir testimonios. Por otro lado, detalló que fueron dos oportunidades en las que Barros intentó renunciar. Algo que frenó "porque esto es admitir culpabilidad previa".

Por Constanza Santa María, desde Roma

"El día que me traigan una prueba contra el obispo Barros, ahí voy a ver. No hay una sola prueba contra el obispo Barros, todo es calumnia".
La defensa del Papa Francisco al obispo Juan Barros generó un verdadero remezón el pasado jueves. Una declaración por la que el Pontífice pidió perdón este lunes. 
En una conversación durante el vuelo de regreso a Roma con la prensa que cubrió la gira papal por Chile y Perú, Francisco reconoció que se equivocó al usar la palabra prueba. 
"El caso del Obispo Barros, es un caso que lo hice estudiar, investigar, trabajar mucho y no hay evidencia de culpabilidad, más bien parece que no se van a encontrar. En base a ese no haber evidencia, que yo espero alguna evidencia para cambiar de postura (...) si no aplico el principio jurídico: ninguno es malo a no ser que se pruebe. Y ahí está la palabra prueba, que yo creo que me jugó una mala pasada", admitió. 
En este sentido, agregó que "la palabra prueba no es la mejor para acercarme a un corazón adolorido. Yo diría  evidencias. En el caso de Barros se estudió, se reestudió y no hay evidencias. Eso es lo que quise decir: No tengo evidencia para condenarlo. Si yo condenara sin evidencia o sin certeza moral cometería yo un delito de mal juez".
Tras ello, el Papa se enfocó en "lo que sienten los abusados. Y debo pedir disculpas, porque la palabra prueba ha herido a muchos abusados; yo tengo que buscar la evidencia. Y pido disculpas. Es una herida que provoqué sin quererlo. Y a mí me hace doler mucho, porque en Chile recibí dos (víctimas de abusos)".
 "Sé cuánto sufren. Sentir que el Papa les dice en la cara denme una carta con la prueba, es una cachetada. Me doy cuenta de que mi expresión no fue feliz, porque no lo pensé. Entendí lo que dijo el apóstol Pablo, sobre el incendio en una carta", agregó.
En este sentido, afirmó estar abierto a recibir testimonios y evidencias que cambien su opinión. "Yo no puedo condenarlo si no encuentro evidencia. Y hay muchos modos de obtener una evidencia". 
"De abuso, no hay evidencias. Encubrir un abuso es abuso. No hay evidencia. Si honestamente creen que es así, aportar las evidencias rápido. Yo no creo que sea así, porque no las hay. Pero tengo el corazón abierto", explicó. 
Ver y escuchar conferencia de prensa en el avión de retorno a Roma, emitida por T 13 radio, aquí
El obispo de Osorno ha sido cuestionado por sus vínculos con el ex párroco de El Bosque, Fernando Karadima, quien fue declarado culpable de abusos sexuales contra menores, tanto por la justicia ordinaria como eclesiástica, que lo apartó de sus funciones. 
"Él estuvo presente -y perdón si soy crudo- mientras Karadima me tocaba los genitales, cuando me hacía darle besos", aseguró Juan Carlos Cruz, víctima del ex párroco de El Bosque. 
Una acusación que Barros ha negado categóricamente: "He dicho muchas veces que no he sido testigo de eso (abusos de Karadima). Les pido que me dejen tranquilo".
El respaldo del Papa a Barros desató diversas reacciones. Las víctimas de Karadima calificaron de "ofensiva" e "inaceptable" la defensa, asegurando que existen "pruebas a la vista". 
"Nosotros, y otros testigos, hemos declarado la presencia del obispo Barros durante los abusos psicológicos y los abusos sexuales cometidos por el sacerdote Karadima",agregaron.
Papa FRancisco habla con la prensa en el avión que lo llevó de regreso a Roma.

En tanto, el obispo coordinador general de la visita del Papa, Fernando Ramos, manifestó que "todo el mundo es inocente hasta que se demuestre lo contrario (…) yo creo que el Santo Padre jamás ha tenido la intención de ofender o herir a algunas personas”.
Por su parte, el asesor del Papa Francisco en materia de abusos sexuales, el cardenal Sean O'Malley, aseguró que es "comprensible" la molestia y frustración de las víctimas de abusos sexuales por parte de ministros de la Iglesia.
"Son palabras que refuerzan el mensaje 'si no puedes probar tus dichos, nadie te creerá', abandonando a aquellos que han sufrido las condenables violaciones a la dignidad humana y relegado a los sobrevivientes al exilio del descrédito", sentenció.




Barros intentó renunciar en dos oportunidades


Además, Francisco abordó la polémica carta enviada a la Conferencia Episcopal donde señalaba estar al tanto de la preocupación de los obispos por la designación de Barros en Osorno e informaba que el nuncio apostólico Ivo Scapolo había planeado pedir el año sabático a Barros.

Junto con abordar las razones de dicha petición, comentó que Barros había presentado su renuncia en dos ocasiones, cuando comenzó el Caso Karadima y cuando estallaron las protestas en la ciudad sureña. Una dimisión que él rechazó porque sería reconocer culpabilidad y que él está convencido de la inocencia de Barros. 
"Así no se juega, porque esto es admitir culpabilidad previa. Y en cada caso, si son culpables, se investigan. Y yo frené la renuncia", expresó.
TELE 13 RADIO


Papa Francisco: Perdón a las víctimas si les ofendieron mis palabras



domingo, 21 de enero de 2018

FUTURO DE LA IGLESIA CHILENA por JORGE COSTADOAT SJ



La visita del Papa Francisco ha dejado a la iglesia chilena en una grave crisis. No han sido sus últimas palabras de respaldo al obispo Barros la causa del estruendo y la estampida. Hace ya muchos años que los católicos no se sienten interpretados por sus pastores. La crisis en curso es una crisis de confianza. Los fieles no creen a las autoridades que debieran transmitirles el cristianismo. El Papa pide pruebas contra Barros. Los acusadores o el mismo Comité permanente del episcopado tendrán que hacer una acusación formal que permita deponer al obispo por carecer de “buena fama” (Código de derecho canónico 278, 2). Pero el problema es más profundo: jerarquía eclesiástica no parece entender que, desde el punto de vista del sentir común de los ciudadanos, se ha invertido el peso de la prueba. Los chilenos, en vez de confiar en ellos, han preferido creerle a las víctimas de los abusos sexuales, psicológicos y espirituales del clero. El obispo de Boston Sean O’Malley, presidente de la comisión de los 9 cardenales que asisten al Papa, ha lamentado lo ocurrido. También él cree en quienes Francisco ha considerado calumniadores.

¿Qué viene? No tengo ninguna idea precisa. No tengo tampoco autoridad moral para dar instrucciones a nadie. Pero como un bautizado entre otros, me siento urgido a hacer el bosquejo de la iglesia que espero.

Creo que la iglesia católica del futuro tendrá que escribirse con minúscula: iglesia y no Iglesia. En ella el eje horizontal debiera ser infinitamente más importante que el vertical. La iglesia horizontal existe. Es maravillosa. El problema es su invisibilidad. Hablo del cristiano común y corriente atento a su alrededor, pronto a ayudar a cualquiera. Me refiero a iniciativas privadas de beneficencia. Muchas fundaciones llevan un nombre cristiano. En ellas prima una mística de amor a la humanidad sin apellido. Tengo en mente comunidades de base en parroquias populares. Mi propia comunidad Enrique Alvear de Peñalolén. Pero también pienso en comunidades en sectores acomodados que se reúnen para entender sus pobres vidas a la luz de la palabra de Dios. ¿No pudieran generarse redes de reconocimiento y de contacto entre las organizaciones cristianas? ¿No tienen experiencias que compartir, bienes que poner en común y necesidad de hermandad en tiempos de feroz orfandad?

La iglesia católica en Chile, a mi parecer, debiera ser fundamentalmente una iglesia de hermanos y hermanas. No por nada los evangélicos se llaman así. Es hermoso verlos tratarse en estos términos. Fidelidad horizontal, perdón mutuo, amor horizontal, enseñanza horizontal, aprendizaje horizontal, gobierno horizontal, esto es lo que falta. Lo que urge es democracia, participación de la mujer, reconocimiento de la dignidad de los diferentes y disidencia. En la iglesia del futuro “los últimos debieran ser los primeros y los primeros los últimos” (Jesús). Una iglesia horizontal tendría que poder aprender de sí misma y, por lo mismo, gozar de la libertad suficiente para probar y equivocarse. Cada uno tendría que poder arreglárselas con el Evangelio a su manera. A los que no han podido sino sufrir en su vida, su dolor tendría que serles convalidado como el grito en la cruz de Jesús contra Dios.

Me han llegado varios avisos de personas dispuestas a dar un paso fuera de la iglesia. Les digo cuidado. Se trata de una tradición de 2,000 años. No es cuestión de conservarla como joya de museo. Hoy, cuando el mundo experimenta una progresiva desorientación, se harán más necesarias las experiencias colectivas probadas de humanidad que nos digan más o menos por dónde seguir. (Los abuelos probablemente se volverán más necesarios que Google). Una iglesia con minúscula, la mera idea de una iglesia horizontal, no salen de la nada. Son inspiradas por una tradición cristiana milenaria que cree en la fraternidad entre los seres humanos. Lo que se necesitan son nuevas interpretaciones del cristianismo, mucho más creativas o mucho más proféticas que las que le ha tocado a nuestra generación. En las últimas décadas hemos debido padecer un catolicismo impuesto de arriba-abajo, y a raja tabla. La libertad, la alegría, el juego, la reconciliación y la apertura a las otras tradiciones de humanidad, filosóficas y religiosas, la conjugación del cristianismo con los seres humanos más diversos, puede, espero, que le devuelva a la iglesia la vitalidad que pierde como globo que se desinfla.

¿Qué espacio tendrán los obispos y el Papa en la iglesia del futuro? No logro verlo con claridad. Es evidente que la iglesia necesita orientaciones, mando y organización. Pero la estructuración de la única iglesia que podría continuar transmitiendo a Cristo, pienso, no podrá seguir siendo verticalista y clerical.

Jorge Costadoat sj


sábado, 20 de enero de 2018

No estamos solos por Jorge Costadoat sj


La despedida del Papa en Chile, a muchos católicos, nos ha dejado helados. No sin algún fundamento podemos pensar que sus últimas palabras de defensa del obispo Barros han sido calculadas. El viaje ha sido programado en todos sus detalles. Francisco ha procurado no fallar un solo tiro.
Por cierto, sus discursos y homilías han sido magníficos. ¡Qué diferencia con el lenguaje eclesiástico modoso e intrascendente! Francisco ha ido al hueso. Se focalizó en los pobres. Tocó los temas difíciles, dijo cosas nuevas. Nos abrió el corazón. Lloró con las víctimas de los abusos sexuales de los ministros de la Iglesia por los cuales reconoció sentir “dolor y vergüenza”. Sin embargo, a muchos su visita nos ha dejado un sabor muy amargo.
Lo digo yo –se me perdone que hable de mí – que he escrito dos libros sobre el Papa, ayudando a la renovación de la Iglesia que él ha impulsado. No puedo juzgar intenciones. Me falta además mucha información como para formarme un juicio cabal de lo que sucede en el episcopado chileno. (Pero puedo imaginar que en la conferencia el desconcierto pueda ser mayor que el mío). Con los datos que tengo, especialmente después de conocer la carta del mismo Papa al Comité permanente sobre la intención de sacar de sus cargos a los tres obispos de Karadima (2015), concluyo que no entiendo nada.
Otros tan o más perplejos que yo me piden mi opinión. ¿Qué puedo decir? La perplejidad es parte de la vida. Ante ella no hay que desesperar. Las aguas están muy revueltas para ver con claridad y, más aún, para tomar decisiones. Es más, está tan agitado el mar que es casi seguro que nos equivocaremos si actuamos con prisa.
A quienes me preguntan les respondo como lo hago conmigo mismo. Tal vez esta tremenda frustración sea el principio de un futuro nuevo para la iglesia chilena. Se me cruza por la mente la idea de una Iglesia que espera menos del clero y muchos más de los bautizados y las bautizadas. Una de las taras del clericalismo que el mismo Francisco combate es su falta total de imaginación. Es pura estrategia. ¿Y si los muchos que rezamos “venga a nosotros tu reino” comenzáramos practicarlo antes que la nave zozobre?
El que para muchos puede constituir un viaje fracasado del Papa, puede convertirse en el comienzo de algo por fin mejor. Tal vez sea cosa de quererlo y de inventarlo. ¿No habrá llegado la hora de dejar de pedirle peras al olmo, de cesar de lloriquear y de actuar como si nos hubieran dejado completamente abandonados?
Jorge Costadoat sj
Cristo en Construcción