sábado, 22 de octubre de 2016

JESUITAS: Conversando con Cristian del Campo sj, Provincial de los jesuitas en Chile (3)



Seguimos con esta conversación con Cristian del Campo sj, Provincial de los Jesuitas en Chile, ocurrida antes de que él partiera a Roma a participar de la Congregación General de la Compañía de Jesús.
En esta parte final, retomamos el el tema de la Congregación General y nos habla de algunos temas de su interés, migración y refugiados como también el Islam.
Volviendo a nuestra país nos entrega su opinión sobre la crisis por la atravesamos y la participación en las próximas elecciones.
"...creo que tenemos que colaborar todos para que como ciudadanos seamos muy responsables, porque una cosa es la crítica responsable que exige transparencia, que exige la gente, que exige que el político, ni el empresario, ni el cura, nadie se robe la plata, ni las boletas falsas, pero otra cosa, es simplemente desprestigiar a todos sin diferenciar, sin graduar muchas veces las críticas. Creo que eso es el peor favor. Nosotros tenemos que cuidar nuestra política y tenemos que ojalá decirle a las generaciones más jóvenes y decirnos nosotros que sin política van a ganar los más fuertes, los más extremistas, los más populistas y con eso nadie gana. Todos salimos perdiendo.. Como unllamado a la responsabilidad, pero que va a ser difícil, va a ser difícil. En ese sentido creo que una primerísima responsabilidad es ir a votar...

viernes, 21 de octubre de 2016

Conversando con Cristian del Campo, Provincial de los Jesuitas en Chile (1)



Unos días antes de partir a la Congregación General  36 de los Jesuitas en Roma, conversamos con Cristian del Campo, Provincial de la Compañía de Jesús en Chile y ésta la hemos dividido en tres partes. Les comparto  la primera en la que nos entrega su impresión de lo que será su primera participación en esta importante reunión en que se encuentran los jesuitas de todo el mundo y en la que se elegió al nuevo Superior General de la Compañía.
Aprovechamos de consultarle sobre la realidad de los jesuitas en Chjile:
"... la Compañía de Jesús en Chile tiene dos características o dos elementos que, a mi modo de ver, podría ayudar a definirla. La primera es que está apostólicamente saludable, en ese sentido, lo que a mi me toca ver en las visitas, en los colegios,  en las instituciones sociales, centros de espiritualidad, casas de retiro, movimientos, es que hay mucha vitalidad y eso es algo que a uno lo llena de alegría y de consuelo. Y al mismo tiempo, el otro elemento es que en los últimos años, yo me atrevería a decir, los últimos diez años o menos, siete años, han sido tiempos más complejos para la Compañía en Chile porque somos parte de una Iglesia que ha estado muy afectada, atravesando, creo yo una crisis bastante importante y de la cual nadie sale ileso..."
También le consultamos sobre las "fronteras" en que están trabajando los jesuitas en nuestro país, manifestando que reconoce dos tipos de fronteras. Una de ellas es la frontera de los excluidos,  de los nuevos rostros de los excluidos de nuestro país y por otro lado, de que una de las fronteras más decisivas es la trasmisión de la fe en esta sociedad secularizada.
También nos  comparte su visión  sobre el resto del trabajo  que los jesuitas realizan en nuestro país.
Los invito a escuchar y ver esta primera parte de la entrevista a Cristian del Campo

jueves, 20 de octubre de 2016

Conversando con Sofía Gaete de Jóvenes Concepción, participante del MAGIS y la JMJ de Polonia



Sofía Gaete, cevequiana desde  fue una de las jóvenes, en este caso de Concepción, que participó de la experiencia del MAGIS y de la JMJ  en Polonia.
Recogimos sus primeras impresiones  en Concepción, en el mes de agosto, a pocos días de su retorno.
"...fue un viaje en todo sentido, desde el discernimiento para ir; un viaje con muchas personas que nos ayudaron, con muchas sonrisas, con mucha solidaridad también. Con mucha entrega de parte de cevequianos, de parte de gente externa. Nosotros salimos de Concepción el 12 de julio rumbo a Santiago donde nos quedamos un día y luego partir a Polonia, a este viaje tan esperado desde mucho, mucho, tiempo...
También nos cuenta de los "experimentos ignacianos":
"...el nuestro se llamaba eco grupo ignaciano y teníamos que, bueno, ver a Dios en la naturaleza y un poco, como, recoger la Encíclica del Papa y hacerla nuestra, como llevarla a nuestra vida y, además, hicimos diferentes actividades, como hacer una plataforma, desmalezamos, limpiamos un bosque, plantamos árboles. Entonces fue como bien entretenido y eso lo hacíamos en las mañanas y en las tarde el sacerdote jesuita..."
Los invito a escuchar y ver esta conversación con Sofía Gaete

viernes, 14 de octubre de 2016

P. Arturo Sosa SJ, de Venezuela, 31° Superior General de la Compañía de Jesús. Primeras imágenes

P. Arturo Sosa SJ,  31° Superior General de la Compañía de Jesús

La 36ª Congregación General de la Compañía de Jesús ha elegido al Padre Arturo Sosa Abascal, SJ de la Provincia de Venezuela, como nuevo Superior General.

El P. Arturo Sosa nació en Caracas (Venezuela) el 12 de noviembre de 1948. Es delegado para la Curia y las casas y obras interprovinciales de la Compañía de Jesús en Roma, y es Consejero del Padre General. Es licenciado en Filosofía por la Universidad Católica Andrés Bello (1972) y doctor en Ciencias Políticas por la Universidad Central de Venezuela. El P. Sosa habla español, italiano e inglés, y entiende el francés.
En la Congregación General 35 celebrada en 2008 fue elegido por el Padre General Adolfo Nicolás como Consejero General. Y en 2014 se incorporó a la Curia de la Compañía de Jesús en Roma como delegado para la Curia y las casas y obras interprovinciales de la Compañía de Jesús en Roma. Se trata de instituciones que dependen directamente del Padre General de los Jesuitas y para las que nombra a un delegado. Entre ellas se encuentran, además de la Curia General, la Pontificia Universidad Gregoriana, el Pontificio Instituto Bíblico, el Pontificio Instituto Oriental, el Observatorio Vaticano, así como diversos Colegios Internacionales y Residencias.
Entre 1996 y 2004 fue Superior Provincial de los Jesuitas en Venezuela. Anteriormente había sido coordinador del apostolado social en este país y director del Centro Gumilla, un centro de investigación y acción social de los jesuitas en Venezuela.













CG 36

jueves, 13 de octubre de 2016

JESUITAS. Mañana elección del nuevo Padre General. Una papeleta especial para la elección del general

Una papeleta especial para la elección del general

Durante su trabajo, los miembros de la Congregación General tienen que votar en varias ocasiones. En algunas ocasiones votan para elegir a personas, pero la mayoría de las votaciones se hacen sobre las propuestas o textos que, una vez adoptados, se convertirán en normativos para guiar a la Compañía de Jesús en el futuro.
Por primera vez, muchos de los votos se hacen digitalmente, a partir de tablets que utilizan los electores y que han sido específicamente programadas para su uso en la 36ª Congregación general. Tomemos el ejemplo de una propuesta para fortalecer el compromiso de los jesuitas y sus obras en favor de los refugiados. Después de su presentación y de un período de discusión, la propuesta se proyecta en pantallas gigantes y se difunde por las tablets de los miembros de la asamblea. En la parte inferior del texto se da la oportunidad de votar “a favor”, “en contra” o de abstenerse. Se contabiliza el voto y el resultado se muestra inmediatamente en la pantalla principal.
Para la elección de ciertos puestos, para el servicio mismo de la Congregación o para la elección de los asistentes del Padre General, se proporciona una lista de nombres de los “candidatos”. A veces, la votación se hace con las papeletas tradicionales. Pero en otras ocasiones, es posible hacer una votación electrónica, que consigue resultados más rápidamente.
Para la elección del P. General, sin embargo, se sigue al pie de la letra lo prescrito por el mismo Ignacio en las Constituciones de la Compañía. Después del período de oración y reflexión llamado murmuratio, y tras la celebración de la misa del Espíritu Santo, los votantes se encuentren en el aula para comenzar la votación. Se les distribuye una papeleta en la que por un lado está impreso el juramento que afirma que el suscrito “jura que nombra a uno que cree en el Señor más adecuado para llevar esta carga.” El elector firma este juramento y a continuación, escribe por la parte de atrás el nombre de aquella persona por la que vota. El modo de doblar la papeleta asegura que en el momento de la apertura se pueda leer el nombre de la persona nombrada sin que, al mismo tiempo, se pueda identificar al votante. Las papeletas son leídas en voz alta una por una por el Vicario General (que tomó el lugar del General durante el ínterin) y por dos escrutadores. No está permitido votarse a sí mismo.
Es elegido aquel que reciba el 50% más un votos. En este caso, para la elección de 2016 serán necesarios 107 votos, ya que hay 212 electores.
GC36

miércoles, 12 de octubre de 2016

JESUITAS: Jóvenes jesuitas estadounidenses piden un General con profundidad espiritual, intelectual y cultural


Sam Sawyer y Paddy Gilger, de la revista "America" de la Compañía


Hablan con RD sobre la Congregación General y la situación de la Compañía


(Cameron Doody).- La revista y web jesuitaAmerica es quizás el medio católico más respetado de Estados Unidos. Sus 107 años de historia y decenas de miles de seguidores en las redes sociales dan fe de su prestigio.Religión Digital habló con dos de sus editores para recabar sus opiniones sobre laCongregación General en fase ya de elegir a un nuevo Superior jesuita y qué significa ser miembro de la Compañía hoy, a la "sombra" de su hermano carísmatico, el Papa Francisco.
Sam Sawyer, sj, es editor ejecutivo y director de estrategia digital para AmericaPaddy Gilger, sj, es editor del medio para arte y cultura, además de ser un estudiante de posgrado en la New School for Social Research. Ambos amablemente accedieron a hablar con RD en dos conservaciones diferentes en línea, extractos de los cuales publicamos a continuación.
Sobre las llamadas que el Señor está haciendo a los Jesuitas hoy:
Sam: En las conversaciones (a nivel provincial) en las que he estado involucrado, una de las maneras en las que hemos oído esto ha sido como una llamada a encarnar una profundidad mayor en todo lo que la Compañía hace. Como testigos más profundos de la vida religiosa: del modo en el que la vida religiosa es transformativa, en el que la vida consagrada está dedicada a servir a toda la Iglesia al ser un referente, un testigo activo hacia la llamada de los Evangelios, y la llamada del Reino. Asimismo, dentro de la prioridad apostólica en la que nos encontremos, hubo conversaciones sobre algunas de las fronteras a las que estamos mirando. La Compañía ha estado enfocada intensamente, a nivel universal, en cuestiones cómo en qué manera podemos evangelizar a China de manera más efectiva: cómo podemos llegar a algunos de los lugares a los cuales la Iglesia no puede llegar fácilmente.
Con el Papa Francisco, preguntas como, en qué manera podemos llegar con mayor efectividad, como un cuerpo universal, a estar presentes en las necesidades de los países más pobres y en vías de desarrollo del mundo. Con los efectos económicos de la globalización en los márgenes: ¿cómo podemos llegar a estas personas más eficazmente? La crisis de los refugiados... Y también otro tema que sé que surgió frecuentemente en las conversaciones fue una llamada a la justicia y a un análisis moral de la manera en la que estamos tratando al medio ambiente, tal y como el Papa Francisco apuntó en Laudato Si'. Así que son más de tres cosas, y son temas amplios, pero creo que ese es el camino en el que la conversación se desarrolló. Este enfásis en la profundidad, la integridad, y un compromise realmente radical desde nuestro testimonio como religiosos consagrados, y después una mirada a cómo podemos usar los dones que se nos ha dado -en esa profundidad y desde nuestro testimonio religioso- para llegar a esas áreas fronterizas.
Paddy: La manera más sencilla de resumirlo es que estamos llamados a estar en los márgenes en todas las formas. De donde viene eso es de la profundidad de nuestro carisma. ¿Cuál es el carisma jesuita, realmente? Quizá esto sea una exageración pero en realidad yo pienso que nuestro charisma consiste en tomarse la Encarnación realmente en serio. Cuanto más en serio se la tome, creo, más se terminará pareciendo a lo que hacemos. Es una espiritualidad que es como nuestra espiritualidad: ganas de ir a cualquier sitio, flexibilidad, y confianza en que, dondequiera que vayamos, Dios ya estará activo allí. Nuestro trabajo consiste en mirar muy de cerca y prestar atención, cuidadosamente pero con mucha energía, a cómo debemos conectar con lo que ya está sucediendo y ayudar a que se abra aún más, de manera más profunda. El objetivo es construir el Reino. Como en el evangelio de Juan: "Estoy todavía obrando en el mundo". Así que ese es nuestro cometido: ayudar al Señor que está aún obrando.


Sobre el trabajo que los Jesuitas están llamados a realizar en las "periferias":
Sam: En Occidente, en los lugares donde la Iglesia está más en casa de manera más automática, creo que hay también una cuestión de periferias existenciales en el encuentro con la cultura secular. Creo que el instinto jesuita -el instinto del Papa Francisco en el modo en el que él se ha aproximado a esta cuestión durante su papado- es que la frontera con el secularismo existe, primeramente, en cada uno de nuestros corazones. Ese es el primer lugar en el que la vamos a encontrar porque todos nosotros vivimos en un mundo donde la situación de las creencias religiosas es ahora complicada y ya no se puede dar por hecho. Y eso significa que encontrarla es tanto una cuestión de cómo nos comprometemos con ella nosotros mismos -cómo nos involucramos en las preguntas propias para poder entrar en diálogo con los que nos rodean- así cómo sobre articular algún tipo de explicación, o defensa, o prueba de que la fe es correcta. La primera frontera existencial consiste simplemente en entender cómo nos situamos con esa pregunta y en encontrar un lugar dónde podamos compartir preguntas antes de que intentemos demostrar que una respuesta u otra debería triunfar.
Paddy: Tenemos que continuar desafiándonos a nosotros mismos a estar con los que son más vulnerables. Lo que eso significa es, ahora mismo, estar con los refugiados, con la crisis de refugiados que se va incrementando cada vez más alrededor del mundo [...] Creo que nuestro trabajo es pensar profundamente y estar allí donde ellos están, con la gente que está enfrentándose con los problemas tan profundos del siglo XXI. Eso implica un ministerio presencial: significa ir y estar en las estaciones de tren con la gente de México, según van llegando, ayudándoles a conseguir comida, cuidándoles, rezando con ellos, oyendo sus confesiones, amándoles y haciéndoles saber que no se les ha olvidado [...] Implica construir una Iglesia que es capaz de responder en mayor profundidad a este tipo de cuestiones, una Iglesia que no está meramente preocupada con lo que nos pasa a nosotros. Que no es autorreferencial, aunque eso es lo que dice el Papa Francisco. Que no se está mirando al ombligo. Cuanto más preocupados estemos por la manera en la que la Encarnación está personficándose en el mundo, más eficazmente construiremos y seremos construidos en el proceso.
Sobre el desafío que el Papa Francisco lanzó a los Jesuitas en esta Congregación General a "remar mar adentro":
Sam: Con relación al secularismo contemporáneo, por mí yo noto una cierta llamada al núcleo del método jesuita de "Entremos, primero, en la experiencia". No asumamos que lo que estamos viendo en el secularismo actual es un rechazo, punto por punto, de las creencias religiosas tal y como han sido tradicionalmente propuestas. En vez de eso hay, en la actualidad, una suerte de nueva experiencia que necesita ser entendida y que entremos dentro para que, desde el interior, digamos qué nueva vida y luz ofrece el Evangelio aquí. Y ayudar a la gente a entenderlo.
Paddy: Podríamos hablar sobre eso de tres maneras distintas. Primeramente, creo que hay ocasiones - ahora mismo, la verdad - en las que las sociedades están llamadas a un nuevo compromiso con la profundidad intelectual: el ser capaz de ayudar a un mundo profundamente post-secular a entender el contexto dentro del cual la Iglesia vive, respira y tiene su existencia. La segunda manera es que estamos llamados a una nueva profundidad afectiva. Este es un don que la Compañía ha estado viviendo durante los últimos cincuenta o sesenta años: el redescubrimiento de los Ejercicios Espirituales después del Vaticano II. Creo que hemos hecho muy bien a medida que vayamos continuando a crecer con ello: eso es donde el Señor viviente conformará nuestras vidas. La tercera manera es que tenemos que lanzarnos a las profundidades en lo que se refiere a aquellos lugares en el mundo donde nadie más está dispuesto o sea capaz de ir.
Sobre la llamada del Papa Francisco a los Jesuitas para cultivar su don particular del discernimiento, para su beneficio particular y para el bien de la Iglesia en general:
Sam: Lo que estamos haciendo - al entrar, al ir a esos espacios culturales en las periferias - es intentar prestar atención honesta y abierta hacia lo que estamos experimentando y después discernir eso a la luz de la oración, a la luz de nuestra formación, de las tradiciones de la Iglesia, y mantener a estas dos cosas juntas [...] La creencia central que dirige ese discenimiento es que el espíritu de Dios está activo en el mundo. El espíritu de Dios ya ha sido - es - activo en el mundo, en los lugares a los que vamos a ir, incluso si no es reconocido explícitamente como tal todavía. Y por tanto la tarea del discernimiento consiste en descubrir, en prestar atención a, en empezar a cooperar con lo que el Espíritu de Dios está haciendo, no simplemente en descubrir cómo traer lo que el Espíritu de Dios ya ha hecho con nosotros y llevarlo a otro lugar, sino en ir allí y cooperar con lo que el Espíritu de Dios está haciendo.
Paddy: El discernimiento ocurre de maneras diferentes. Ocurre personalmente, entre un jesuita y su superior, pero también sucede - y creo que este tal vez sea el modo ideal - en una comunidad de hermanos. La Congregación General es el mejor ejemplo de esto que pueda imaginar. Quizá se haya podido ver algunas de las noticias en estos últimos días, de que los miembros de la Congregación hicieron recientemente el primer cambio de plan, cuando decidieron retrasar el acercamiento a la etapa de murmuratio. Es un cambio muy pequeño - no es gran cosa - pero al reflexionar sobre la manera en la que escribían sobre ello, y viendo un par de vídeos cortos sobre los hombres que hablaban sobre ello... viene con una gran sensación de regocijo. Dijeron que la decisión de esperar fue unánime. Todos mencionaron que "Es muy interesante, no empezamos de esta manera - al principio uno dijo esto y el otro dijo aquello - pero fuimos capaces de escuchar, y después todos empezamos a ir hacia allí, y fue una decisión unámime".
[...] Lo que esto realmente implica es una profunda confianza. Pienso en esto en relación a las elecciones en EEUU en estos meses. Parte del motivo por el cual son tan combativas es - la razón por la que nos tratamos tan mal - es porque hay muy poca confianza en la sociedad americana en las instituciones, la Iglesia incluida. No hay tanta confianza como le gustaría a uno ver entre la gente laica y la jerarquía eclesiástica. Hay muy poca confianza entre la gente en Estados Unidos y las instituciones mediáticas, entre los americanos y los partidos políticos - el partido Demócrata y el Republicano... No hay un sentido de capacidad de implicarnos en instituciones comunales que puedan traicionarnos o con las que no estemos en 100% de acuerdo, pero estamos viendo justo lo contrario en la Congregación General. No es que todo el mundo esté de acuerdo con todos los demás: es que hay un sentimiento profundo de confianza que hace que a la vez que nos movamos juntos por esto, estemos todos juntos, intentando remar hacia el mismo sitio. Es lo opuesto del tribalismo.
Sobre las cualidades que los delegados a la Congregación General buscarán en un nuevo Superior General:
Sam: Ciertamente un hombre con una abundancia de experiencia internacional. Un hombre que haya estado fuera de su cultura nativa y que haya sido capaz de servir bien a la Iglesia y a la Compañía en un espacio cultural diferente. Yo definitivamente buscaría a un hombre con una experiencia profunda y un compromiso en la ayuda a los pobres, a trabajar con gente no solo geográficamente sino también prácticamente marginalizados. Lo fundamental es que estamos buscando a un hombre de oración. Buscamos a un hombre que esté en contacto profundo con el Señor, y que sea capaz de responder a su llamada incluso en las situaciones más complicadas. Que haga preguntas y que tome decisiones que respondan al Señor incluso en momentos en los que ello sea difícil. Con esto vienen las cualidades de serenidad y calma: alguien que sea capaz de escuchar a una amplia variedad de puntos de vista y que no responda de manera precipitada.
Paddy: No estoy seguro, pero tengo algunas ideas. La clave está en que si confiamos en la acción del Espíritu Santo en esas conversaciones que la gente está teniendo y tendrá en estos momentos, durante los próximos días, comezará a emerger una especie de consenso sobre cuál es la necesidad fundamental de la Compañía. Sería un gran regalo, una verdadera alegría, tomar parte en esas conversaciones, pero - no pudiendo estar allí para ello - estoy profundamente convencido de que queremos a alguien capaz de unas cuantas cosas. Primeramente, queremos a un hombre de oración.
Lo que significa esto es una flexibilidad interna hacia el Espíritu Santo: ser capaz de hacer algo que sea radicalmente nuevo y desafiante, si eso es lo que hace falta. Tómese el discurso "Hombres para otros" que Arrupe dió a los universitarios graduados y donde dijo: "¿Os hemos llamado para la justicia? Porque si no lo hicimos, hemos fallado". Llegar a esta altura. Pero también alguien que sea flexible interiormente y capaz de prestar atención al modo en el que el Espíritu Santo está trabajando en las vidas de los hombres y mujeres en el mundo. Ese es un equilibrio complicado: saber qué hay que empujar y qué no. Creo que sería fantástico, personalmente, ver venir a alguien que tenga una profunda perspectiva periférica... si eso es lo que el Espíritu Santo quiere y si hay alguien capaz de ello. Creo que sería muy ilusionante. Pero esa no es la prioridad número uno.
Sobre el "secretismo" que rodea al "cónclave" Jesuita, en el sentido de la falta de una lista pública de Jesuitas "papables":
Sam: Como jesuita ¡yo más bien estoy orgulloso de ello! Y no orgulloso porque sea secreto: si se trata de que otros se han guardado bien el secreto se lo han guardado de mí también [...] Yo creo que la razón por la que no circula una lista de nombres es porque honestamente no hay ninguna lista de hombres. Simplemente no existe. Obviamente, cuando se busca a hombres con experiencia extensive de gobernancia en la Compañía -que hayan tenido oficio tal como ser Provincial, ser uno de los ayudantes oficiales en Roma- hay un universe más pequeño de gente. Ciertamente creo que es más probable que un Nuevo General emerja de estas filas. Sería muy extraño, por ejemplo, elegir a alguien que no hubiera sido un Superior o no hubiera tenido algún puesto de gobernancia en la Compañía. Simplemente porque parecería imprudente coger a alguien que nunca hubiera sido puesto a prueba en tal rol y darle responsabilidad por la Compañía entera. Por tanto sí hay una lista pero es una cuestión de cualificación acerca de quién se puede considerar. Y dentro de aquello no se consideraría, por ejemplo, a alguien que no pudiera manejarse en los idiomas necesarios. Alguien tiene que tener, simplemente, la capacidad para el papel.
La gente tiene una idea de quienes superan estas barreras como para candidatos posibles. Pero más allá de ello no creo que la gente entre con la idea de que "Debemos elegir a este" o "Hagamos campaña para este". Hablando con ex-Superiores y delegados que estuvieron en Congregaciones Generales previas que eligieron a Superiores General dicen "Entramos en la murmuratio no sabiendo nada, y lo que aconteció no es lo que necesariamente hubiéramos esperado". Yo en definitive no había oído discutirse el nombre de Adolfo Nicolás antes de la 35ª Congregación, y -aunque no estuve en la Compañía en aquel entonces- la gente dice que no se habló del nombre de Peter Hans Kolvenbach antes de la 33ª, cuando él salió elegido. Sí se sabía de ellos -se sabía que existían y que podrían ser candidatos- pero si es que figuraran en alguna lista. De verdad, yo creo que la carencia de una lista es esto. Los delegados no saben nada, por la manera en la que el proceso de elección está estructurado. Pero también porque una de las cosas que la formación jesuita hace determinada y consistemente es apartarnos de la ambición a puestos de autoridad dentro de la Compañía. Se nos forma para que no miremos a aquello como una escalera que subir. Como parte de esto decimos, medio de broma, que estos puestos no suponen mucha diversion al asumirlos.
Paddy: Me sorprendería mucho si hubiera campañas. Participé en la Congregación Provincial que eligió a nuestros delegados y de verdad, esto no pasa. ¡Es porque nadie quiere este trabajo! Los jesuitas que son elegidos para ir quieren estar sobre el terreno, que quieren estar allí al margen del trabajo que tienen que hacer [...] ¡No están buscando llamar la atención sobre ellos mismos! Es muy possible que la persona que es elegido tenga una personalidad muy grande [...] (aunque) Kolvenbach y Nicolás no eran así. Nicolás podia ser carismático pero ninguno era un Arrupe. Aunque tuviera una personalidad grande no será alguien que buscará los focos. Y sobre la cuestión de nombres posibles: esto es una cosa structural. Creo que la verdadera razón por la que no hay muchos nombre es porque las máquinas de chismes en la Iglesia son mucho menos influyentes en esto.
Sobre la posibilidad de que el nuevo Superior General emerja de las "periferias":
Sam: Me inclino a pensar que este es un momento en el que la Compañía querrá evaluar muy de cerca la posibilidad de que su liderazgo, su liderazgo central, sea compuesto por gente que viene más allá de los sitios donde históricamente los jesuitas han sido más fuertes. Respondiendo, al menos en parte, a los cambios demográficos: es verdad que la Compañía está creciendo no en los EEUU o en Europa sino en la India y África. Esto, junto con el enfoque en las periferias y el enfoque en cómo la Iglesia atiende a los que están en los márgenes de la globalización son indicios muy fuertes de que se tomará muy en seria la posibilidad de que el liderazgo, un candidato viable, provenga de allí. Creo que influirá en dónde la gente enfoca la Mirada, pero pienso que elegiremos al hombre y no a lo que el hombre represente.
Paddy: Creo que la conversación que la gente tendrá será ésta: ¿Debemos elegir a alguien de las periferias? ¿Será major para la Compañía? ¿Para la Iglesia de hoy? ¿Cuáles serían los dones que esto traería que sean únicos y que la gente necesite? Es una conversación que hay que tener. Tenemos que pensar en ello: si es importante, quién puede ser, quién conocemos, en qué debemos pensar... Pero no creo que se excluya a un hombre simplemente porque sea de Europa o de Norteamérica.
Sobre la "sombra" que proyecta el jesuita Francisco sobre la Compañía:
Sam: Francisco ha hecho que sea más fácil ser jesuita, a efectos prácticos, pero en términos espirituales lo ha hecho más exigente. Aquella lista de cualidades que el Superior General debe tener -que cada jesuita de forma individual debe aspirer a cultivar- el Papa Francisco es un ejemplo estupendo de muchas de ellas. Que esto esté en el escenario mundial todo el tiempo es muy animador, pero también, y hablando por mí, es muy difícil. No doy la talla todavía: no soy tan generoso, ni tan libre, y me gustaría serlo. Así que es un reto para mí, en mi vocación, en mi propia vida religiosa, a vivirla de forma más auténtica y más generosa. ¡No sé de dónde saca tanta energía! Me cansa intentar ponerme al tanto con lo que hace, pero él lo está haciendo.
Paddy: Francisco es increíble. Quizás conozcas el episodio. Dijo que tuvo un momento, en el cónclave, cuando empezó a hacerse claro que iba a ser elegido, cuando sintió una enorme carga de miedo y ansiedad, pero alguien se acercó a él y le dijo: "Acuérdate de los pobres". Empezó a pensar en los pobres, y dijo luego que experimentó una sensación inmensa de consolación: de libertad, dulzura y solicitud. Dijo que ha estado viviendo el resto de su papado en aquel momento de libertad. Me lo creo enteramente. Puedes ver a gente de la derecha y de la izquierda que quieren decir que es un politico ingenioso que está negociando entre bastidores para conseguir las cosas que tenía planeado de antemano. Pero creo que se equivocan: sí, es un politico excelente, pero no es porque tenga una agenda y engañe a la gente para que se apunten a ella. Simplemente está buscando a prestar atención al Espíritu Santo e intentando ayudar a la Iglesia a que lo aprenda a hacerlo también.
RD

El gran secreto ahora revelado por David Fernández Dávalos, SJ


Hemos entrado de lleno en la tarea más relevante de esta congregación: la elección del nuevo Padre General. Para hacerlo, iniciamos la etapa llamada “Murmuratio”, o de las murmuraciones. Este es un paso importantísimo, que dura cuatro días, dentro del peculiar proceso de elección dispuesto en la Fórmula de nuestro Instituto y que no tiene paralelo en el mundo político y social. Se trata de conversar entre nosotros, de dos en dos, sobre posibles candidatos, pero en el que nadie puede ofrecer información que no le ha sido pedida. Me explico: no se vale promover a nadie; está penado hacer campaña por alguien. Uno puede, sin embargo, hacer una lista de los posibles candidatos e ir a preguntar a quienes los conocen qué piensan de ellos, qué trabajos han desempeñado, cuáles son sus principales cualidades y cuáles sus defectos. Pero todos hemos de abstenernos de proponer algún nombre o de ofrecer información sobre alguien de quien no estemos hablando. El testimonio que recibimos de jesuitas que han participado en otras Congregaciones Generales nos asegura que este método funciona y que, al final del mismo, por medio de una votación secreta, encontraremos al General que la Orden necesita.
Bien mirado es una manera de proceder que supone una enorme confianza en el Espíritu Santo y en los demás compañeros. Para funcionar ha de haber en todos una disposición interior y exterior de apertura a los otros y vivir todo el proceso como oración y discernimiento. Por eso, entre otras cosas, la Fórmula de la Congregación pide a los electores que no tomen una decisión sobre a quién votarán, sino hasta el último momento: cuando la asamblea se ha reunido en el aula para depositar las papeletas de voto en la urna. Esto porque se trata sobre todo de un proceso de escucha sin prejuicio y de abandono en el Espíritu, en el que, por cierto, no se deja de lado la inteligencia y entendimiento de cada cual.
Junto con la confianza y el respeto a los demás jesuitas congregados, el procedimiento demanda además transparencia que acoge y que se ofrece. Pone por delante el bien de la Compañía universal en este momento, y no el de algún sector o Provincia en particular. Se busca a aquella persona que nos ayude a vivir mejor, con más hondura, pertinencia y radicalidad, los tiempos por venir.
Algún Padre elector nos proponía tres pasos iniciales para proceder prácticamente: hacer una lista, encontrar directamente a quienes en ella estén, y luego preguntar a quienes los conocen. Después de ello, orar sobre la información recibida, y reducir la lista; dejar reposar y decidir cuando haya que votar. Para que el Espíritu actúe se requiere una franqueza sin cálculo, la sencillez de lo que es llano, la claridad y objetividad de quien mira desde afuera una situación pero que no quiere saberlo todo, y finalmente la lucidez para descifrar el propio sentimiento interior.
Este es el gran secreto de los jesuitas ahora revelado al mundo entero: para decidir, hay que dejarse guiar por el Espíritu, y saberlo descifrar en el discernimiento espiritual. Que así suceda con todos nosotros.
David Fernández, S. J.
Jesuita de la Provincia de México, sociólogo, rector de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México ~ Tijuana. Ha trabajado principalmente en apoyo a movimientos populares, defensa y promoción de los derechos humanos y actualmente en educación superior.
CG36


lunes, 3 de octubre de 2016

JESUITAS. CG36. Los grupos de trabajo y su logística

Los grupos de trabajo y su logística

Durante la primera fase de la Congregación, y antes de los días de oración y discernimiento que se llaman el tiempo de murmuratio (en breve se publicará un artículo o nota sobre este tema), los electores estudian los informes de diversas comisiones que han trabajado antes de la sesión plenaria. Se trata en primer lugar, del informe “De statu”, que debe ofrecer un retrato del estado actual de la Compañía de Jesús. A continuación, las comisiones que centraron su atención sobre otros aspectos más específicos de la vida y de los encargos apostólicos de los jesuitas, tendrán también la ocasión de presentar un resumen de sus trabajos.
Para favorecer el conocimiento mutuo para ayudar a los electores en su discernimiento para identificar qué jesuita podría convertirse en el próximo superior general, la Comisión de coordinación ha sugerido que se organicen varios encuentros en pequeños grupos durante las jornadas de información. Los miembros de la CG se distribuirán en grupos de unas diez personas; de este modo, se formarán 20 grupos para cada uno de los periodos de intercambio. Tras cada uno de estos periodos, los grupos se reconfigurarán totalmente y así, para el siguiente encuentro, se encontrarán con nuevos compañeros, procedentes de países diversos.
Se trata de todo un desafío para el equipo de logística, dirigido por el P. Arturo Sosa. En primer lugar, encontrar 20 espacios adecuados para las reuniones en pequeños grupos y asegurar que cada uno sabrá rápidamente dónde dirigirse. Pero sobretodo, es preciso asegurar que se encuentren produzca el mayor número posible de jesuitas diversos en los distintos grupos donde cada uno participe. Para ello, además, es necesario tener en cuenta las distintas lenguas comprendidas y habladas. Así, por ejemplo, se pueden reunir juntos ciertos jesuitas hispanohablantes que entienden el inglés, aunque no lo hablen, con jesuitas que anglófonos pero que pueden comprender el español.
Traducido del original en francés por Juanjo Aguado, SJ
CG36

JESUITAS: CG36. Primera sesión en el aula y dimisión del padre Nicolás

Primera sesión en el aula y dimisión del padre Nicolás

Los miembros de la Congregación habían participado ya, a lo largo de los dos días previos, a una sesión informativa sobre el modo de trabajar en el aula, entre otras cosas sobre la utilización de las tablets electrónicas, gracias a las que podrán tener acceso a la mayor parte de los documentos de trabajo. Eso ha permitido que esta mañana, a las 9.00, hayan podido comenzar su trabajo sin más.
En la fiesta de San Francisco de Borja, patrón de la Curia General, el P. James Grummer ha invitado a la asamblea a ponerse en pie para invocar el Espíritu Santo cantando el Veni Creator. Inmediatamente ha invitado al P. General a tomar la palabra. Éste ha anunciado que confiaba la animación de la Congregación al P. Grummer y que lo elegía como Vicario General de la Compañía para el período que habría de preceder a la elección de un nuevo General. En este momento el P. Nicolás ha preferido abandonar la tribuna y pasar a sentarse entre los demás miembros de la Congregación. Se ha retomado la oración.
A diario será posible orar con los miembros de la Congregación General, ya que la oración que se haga en el aula estará a disposición de todos en la sección “sala de oración” del sitio web gc36.org .
El P. Grummer ha presentado el equipo de secretarios que tomarán nota de las intervenciones orales durante la Congregación. A continuación se han presentado los intérpretes, precisando cada uno las lenguas con las que trabaja. Se han descrito las responsabilidades del equipo técnico. Tras ello la asamblea se consideraba dispuesta a comenzar oficialmente el trabajo, cuya primera etapa consistía en constatar que todos los convocados estaban presentes, que la Congregación se consideraba “completa”. El equipo de los medios se ha retirado, ya que el trabajo de la Congregación se desarrolla a puerta cerrada.
En el trascurso de la mañana el P. Nicolás ha presentado la dimisión y ha pedido su aceptación a la Congregación, a lo que ésta ha respondido afirmativamente. El padre Grummer, a partir de ese momento, se ha hecho cargo de la responsabilidad de la Compañía como Vicario General.
CG36

domingo, 2 de octubre de 2016

JESUITAS. CG36. Algunas imágenes de la Misa con la que se inició la Congregación General 36







Fotos de Wyacheslav Okun sj

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GC36

JESUITAS. CG36. El P. Bruno Cadoré OP a los jesuitas: La audacia de lo improbable en la fidelidad a la obra del Espíritu

El P. Bruno Cadoré OP a los jesuitas: La audacia de lo improbable en la fidelidad a la obra del Espíritu

El domingo 2 de octubre los 215 miembros de la #CG36 han celebrado la Eucaristía en la Iglesia del Gesù, comenzando con ello oficialmente los trabajos de la asamblea. La misa ha sido presidida por el padre Bruno Cadoré, Maestro de la Orden de Predicadores. Según una tradición consolidada desde hace muchos años, se invitaría al superior de los Dominicos para celebrar el funeral del General de los Jesuitas. En este caso, ha sido invitado a presidir la celebración de apertura de la Congregación que recibirá la renuncia de Nicolás. Esta será la primera tarea de la Congregación antes de proceder a la discusión del estado de la Compañía y de la elección del nuevo General.
Durante la eucaristía de apertura de la Congregación general, el Maestro de la Orden de los Predicadores pronunció una homilía inspirada en los textos bíblicos ofrecidos por la liturgia del día, 27º domingo del tiempo ordinario: versos del profeta Habacuc, de la carta de san Pablo a Timoteo y del capitulo 17 del evangelio de san Lucas.
El padre Cadoré llamo la atención en primer lugar sobre la petición que hacen los apóstoles a Jesús: “¡Señor, aumenta en nosotros la fe!” Esa es la actitud que conviene al principio de la Congregación General. El predicador explica por qué: “La fe es necesaria, más aún, porque es necesario comprender que, aunque intentemos lo increíble, debemos arriesgarnos a decir: ‘¡somos simples servidores: sólo hemos cumplido con nuestro deber!’ Una asamblea como la vuestra (…) se desarrollará sin duda entre el deber de llamar continuamente a la Compañía a intentar la audacia de lo «improbable», y  la voluntad evangélica de hacerlo con la humildad de aquellos que saben que, en este servicio donde el ser humano pone toda su energía, “todo depende de Dios”.
Esa audacia de intentar el imposible era la de Ignacio cuando fundó la Compañía de Jesús. ¿Es esta audacia todavía posible en los tiempos de crisis que vivimos, donde se revelan toda clase de violencias? Si, es posible, dice el dominico a los jesuitas, si es “la audacia de hacer oír por medio de vuestro compromiso, vuestras palabras, vuestras solidaridades, la voz siempre inesperada de Aquel que espera el mundo, que vence la muerte y establece la vida; Aquel a quien vosotros buscáis dar la mayor gloria.” Esta fe es únicamente posible si se apoya sobre el consejo de san Pablo a su amigo Timoteo: “Encontrar la fuerza y la creatividad de la fidelidad en el soplo que nos llega del Espíritu y que nos conduce al encuentro y a la escucha del otro, que abre en el corazón del hombre el manantial de la compasión, que consolida la alianza indefectible con aquellos que nos han sido confiados.”
Finalmente, insiste el padre Cadoré, si la fe que los apóstoles necesitan debe ser la fe de la audacia, debe ser al mismo tiempo la fe del servidor humilde, la fe de una vida verdaderamente entregada por los demás. “¿De qué es exactamente servidor? De una mesa, mesa de pecadores, mesa de acogida de todos donde está invitados ciegos y cojos, fariseos y publicanos, adúlteros y hombres de bien. Ignacio, vuestro fundador, hacía esta oración: «Señor Jesús, enséñanos a ser generosos, a amaros como Vos lo merecéis, a dar sin contar, a combatir sin preocuparme de las heridas, a trabajar sin buscar el descanso, a gastarme sin esperar otra recompensa que el saber que hacemos vuestra Santa Voluntad» ¿No es esta una invitación, hoy todavía, a ponernos al servicio de esa mesa?”.
Aquí se puede encontrar el texto completo de la homilía
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JESUITAS: Se inició la Congregación General 36. Los jesuitas eligen nuevo "Papa negro"


Federico Lombardi, Lisbert D'Souza, James Grummer y Gabriel Ignacio Rodríguez, entre los candidatos


Comienza la 36ª Congregación General para elegir al sucesor del español Adolfo Nicolás


(José Manuel Vidal).- Este domingo comienza en Roma el 'cónclave' jesuita, para elegir al nuevo 'Papa negro', sucesor del españolAdolfo Nicolás, que renuncia voluntariamente al cargo por haber cumplido 80 años. Será la 36ª Congregación general desde la fundación de la orden más grande y poderosa de la Iglesia en 1540 por San Ignacio de Loyola. Un cónclave mirando a Roma, al primer Papa jesuita, y quizás a Asia, de donde podría venir el 31 superior general de la Compañía.
La maquinaria electoral jesuita está en marcha. Con su dinámica entre nueva y antigua. En la Curia generalicia romana, a pocos pasos del Vaticano, se reunirán los 212 electores (206 sacerdotes y 6 'hermanos' laicos), elegidos en representación de 62 países. Más tres electores, nombrados directamente por el General saliente.
La elección se celebra en un momento en que, como todas las demás órdenes y congregaciones religiosas, también la Compañía mira al sur y, sobre todo, a Asia y, especialmente, a la India, granero inagotable de vocaciones. Y eso se plasma en la composición del electorado jesuita. En efecto, la presencia del Sur ha aumentado cinco puntos, en comparación con el anterior cónclave de 2008, pasando del 54 al 59% de los electores.
Más en concreto, el porcentaje de electores africanos pasó de 8 a 10; el de los de Asia y Oceanía, de 28 a 33, mientras permanece estable el de Norteamérica (en el 15%) y disminuye en Europa (que pasa del 31 al 26%) y en Latinoamérica (del 18 al 16%).
El mayor ejército de 'soldados de Cristo', que conforman la Compañía de Jesús, está integrado, en la actualidad, por 16.740 jesuitas: 5000 en Europa, 5.000 en América, 5.600 en Asia y Oceanía (la mayoría de la India) y 1.600 en África. De hecho, la sequía vocacional de Occidente, la pueden compensar los jesuitas con el crecimiento vocacional de Asia y África.
 
Desde este lunes, comienzan las 'murmuraciones': un período de cuatro días de oración, recogimiento y penitencia, durante los cuales los electores se interrogan, intercambian información y buscan al candidato ideal para General de la Compañía. Con un procedimiento muy reglamentado, para evitar la creación de grupos de presión. Por ejemplo, las murmuraciones sólo se pueden hacer entre dos jesuitas, que se preguntan mutuamente sus cualidades y defectos e intercambian pareceres sobre otros compañeros.
No se presentan, pues, candidatos y, además, una comisión especial, llamada 'de ambitu', vigila por si alguno, movido por la ambición, pudiera estar promoviéndose a sí mismo o a algún otro para el cargo.
Tras las "murmuraciones", se pasa a la elección propiamente dicha, con sucesivas votaciones hasta que alguien alcance la mitad más uno de los votos. Normalmente, después de las cuatro jornadas de discernimiento, se alcanza. La elección del padre Nicolás llegó al segundo escrutinio, la de padre Kolvenbach durante el primero.
Entonces, el elegido es proclamado General de los jesuitas vitalicio, aunque libre de presentar su renuncia, especialmente por motivos de salud. El Papa es la primera persona a la que se le comunica el resultado de la elección (no para que la apruebe, sino por simple deferencia) e, inmediatamente, se da a conocer públicamente su nombre.
Tras la elección, la Congregación, presidida ya por el nuevo General, prosigue con la elección de sus colaboradores, para dar paso después al diseño y aprobación de una especie de 'programa' sobre la misión, la estructura, la vida y el trabajo de los jesuitas hasta la siguiente Congregación general.
Sumamente reservados con sus asuntos internos, los jesuitas no avanzan nombres de los eventuales candidatos a la sucesión de Adolfo Nicolás. En sus cónclaves, siempre caben las sorpresas, pero los expertos apuntan, de entrada, a una rosa de 'papables negros' integrada por cuatro nombres: el italiano y ex portavoz de la Santa Sede,Federico Lombardi, el indio Lisbert D'Souza, el estadounidense James Grummer y el colombiano Gabriel Ignacio Rodríguez.
Los cuatro son jesuitas de reconocido prestigio, no en vano forman parte del actual gobierno de la Compañía en Roma, con el cargo de "consejeros generales del Padre General'. Es decir, una especie de 'ministros' del actual Prepósito, Adolfo Nicolás.
Todos tienen, pues, experiencia de gobierno y por los puestos que ocupan han ejercido diversas responsabilidades de gobierno en las diferentes 'regiones' jesuitas. El más conocido fuera de la Compañía es, sin duda, el hasta hace pocos meses portavoz de la Santa Sede y 'factotum' de la comunicación vaticana, Federico Lombardi (1942).
La elección del italiano significaría tender un puente siempre abierto y disponible con el Papa Francisco, al que Lombardi ha servido, conoce a fondo y aprecia sin límites. Con su sabiduría y su saber estar, el ex director de Radio Vaticano ha hecho de puente entre Benedicto y Francisco en más de una ocasión. Y, a pesar de ser profundamente 'franciscano' sigue manteniendo una relación fluida y cariñosa con el Papa Ratzinger. Tanto es así que, nada más dejar su cargo de portavoz de la Santa Sede, el propio Francisco le encargó la presidencia de la Fundación Ratzinger.

Preguntado sobre sus posibilidades en una reciente visita que hizo a Madrid, Lombardi miró extrañado y dijo: "No hay ninguna posibilidad. No tiene ningún sentido. Aunque sólo sea por razón de edad. Tengo 74 años. La Compañía espera alguien más joven y que pueda tener un tiempo de gobierno".
En cualquier caso, los tres 'papables' representan un perfil bastante parecido: jesuitas muy bien formados, con experiencia y situados en la parte moderada de la Compañía. Eso sí, todos ellos están 'a muerte' con Francisco. Porque comulgan con su primavera y porque, además, saben que la Compañía se juega mucho con el éxito o el fracaso del pontificado del primer Papa jesuita.
El nombre del indio Lisbert D'Souza ya sonó con fuerza entre los candidatos en la Congregación general en que salió elegido Adolfo Nicolás. De 72 años, su elección significaría que la Compañía quiere mirar decididamente hacia Asia, donde los jesuitas (el Papa incluido) siempre vieron la nueva frontera por donde tiene que pasar ineludiblemente el futuro del catolicismo.
Y es que, en la cosmología jesuita, Occidente es la razón; Latinoamérica, la vida; África, la esperanza, y Asia, el camino. Ya San Ignacio, desde los inicios, quiso una orden religiosa caminante, en proceso, en frontera, siempre abierta a nuevos horizontes. Fuertemente implantada ya en la India, la Compañía apuntaría, con la elección de Lisbert D'Souza, a la siempre añorada conquista de la China, siguiendo la estela del jesuita Matteo Ricci.
Los dos 'papables' más jóvenes son el colombiano Gabriel Ignacio Rodríguez, con 64 años, y el estadounidense James Grummer, con 66. El colombiano, natural de Medellín, es un hombre discreto, disciplinado y siempre dispuesto a escuchar y ayudar. Representaría la vitalidad sudamericana. El norteamericano, bien preparado y con prestigio en su país, imprimiría a la orden una buena dosis de pragmatismo.
Reservados en lo que a las interioridades de la Compañía se refiere, los jesuitas españoles consultados no sueltan prenda sobre los eventuales 'papables negros'. Dos destacados jesuitas coincidieron recientemente en la presentación de un libro en Madrid, el teólogo Gabino Uribarri y el ex provincial Elías Royón, y se les planteó el tema.
-¿Algún candidato para nuevo General?
-Gracias a Dios no suena ninguno, respondieron los dos a coro.
RD